Y entonces él dijo, ¿Qué nunca te has enamorado? y esas palabras fueron las que más me han dolido durante este tiempo, no sé si me dolieron porque la respuesta era afirmativa o porque la apariencia que doy es la de una persona con corazon de piedra. Y recordé la ultima vez que me enamoré sin dudar me acordé de ti, me acordé de las salidas a caminar y de lo mucho que me gustaba ir contigo de la mano, de las platicas eternas, de las caras raras y de los chistes tontos. También recordé todo lo que pasamos juntos y luché contra las lagrimas que querían brotar de mis ojos en una respuesta a aquella pregunta: Sí, me he enamorado de la persona más loca, guapa e inteligente que he podido conocer, lo volvería a hacer si me la volviera a encontrar, aunque al final termine doliendo, esas lagrimas hubieran disipado la apariencia de chica ruda pero gané la batalla y lo unico que hice fué hacer una mueca de incredulidad, como si de verdad creyera que el amor no existe.
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